Los primeros versos de “Oración a un desocupado” de Gelman se colocaron junto al Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, dialogando con el concepto de Bürger de Institución Arte. Una segunda parte se pegó en el ex Padelai, que el actual presidente cedió al Centro Cultural de España cuando era jefe de Gobierno, operación que no logró consustanciar. Tres semanas después de realizar este señalamiento las 62 familias que vivían allí fueron desalojadas. Durante la pegatina sufrimos el maltrato de dos agentes policiales, quizás un preludio de lo que ocurriría días después con las personas que allí vivían.